miércoles, 6 de julio de 2011

162/365

Días en Roma, noches en Roma

Hay una presencia que se asoma, que se arroja sobre el visitante. No caminamos por Roma en busca de una atracción. La atracción saltó sobre nosotros; por detrás de un edificio cualquiera se asomó, antigua, iluminada, mitad misma. Y quizás sea esa la cualidad extraordinaria, desordenada, misteriosa, mavarillosa (de "awe", como en awesome) y pavorosa (de "awe", como en awful), la que describe a Roma. Piedra libre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario